martes, 22 de diciembre de 2015

En esta ocasión, decidimos celebrar la vida que nos dieron nuestros mártires.


Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”

Tierra Sagrada de los mártires.

Acteal, Chenalhó, Chiapas. México.

22 de Diciembre del 2015.









A todas las Organizaciones Sociales y Políticas.

A todos los Defensores de los Derechos Humanos Nacional e Internacional.

A la Sexta Internacional.

A la Sociedad Civil.

A los medios Alternativos, Autónomos o como se llamen.

A la Prensa Nacional e Internacional.

Al Congreso Nacional Indígena- CNI

Al Pueblo de México y del Mundo.

Y, a la Opinión Pública.


Compañeros y compañeras:

En esta guerra de muerte y de exterminio declarada por el estado asesino- represor en contra de los pueblos organizados de México, aunado la impunidad profundizada de la masacre de Acteal declaramos nosotras y nosotros: ya no es momento de llorar, ya no es hora de victimizarnos más, pasó el tiempo de lamentar, transcurrió el momento de quejar. Disculpen ustedes nuestra ignorancia, nosotras y nosotros las y los sobrevivientes de la masacre de Acteal creemos que a 18 años de impunidad de la masacre es tiempo de celebrar la vida que nos dieron nuestros muertos y momento de pensar diferente, es decir, hora de concebir de otra forma la Justicia, construir de otro modo la Paz, entender de una manera distinta la lucha Pacífica No Violenta Activa y vivir la Resistencia Pacifica según nuestras posibilidades y entendimiento de cada quién. Disculpen de nuevo nuestra ignorancia pensamos y creemos nosotras y nosotros que nuestros familiares masacrados el 22 de diciembre del año de 1997 en el lugar donde se encuentran ellos viven bien, están mejor, ellas y ellos ya encontraron la Paz y la Justicia; nosotras y nosotros que nos quedamos aquí, quiénes nos salvamos de la muerte seguimos aquí cargando nuestra historia y seguimos igual o peor que antes sin Paz, sin Justicia, sin Respeto, sin Reconocimiento y solo con un tanto de DIGNIDAD y ESPERANZA.

Además, este año que cumplimos 23 calendarios de caminar a lado de nuestros pueblos y comunidades por la defensa de la Madre Tierra, guardando nuestra memoria, cargando nuestros muertos y escribiendo nuestra historia por la defensa de la vida. Aprendimos que para alcanzar la vida o para vivir nuestras vidas tenemos que mirar de otra manera, ver diferente, es decir, transformar nuestra perspectiva según las circunstancias y las condiciones existentes. El modo de cómo estamos viviendo actualmente esta nueva forma de ver, es transformar el dolor en fuerza, el llanto en alegría; en lugar de vivir más del pasado estamos viviendo la realidad que construimos día tras día, en vez de victimizarnos y quejarnos estamos construyendo propuestas y alternativas para aportar parte de nuestro conocimiento a este país México que es nuestro y de ustedes. 

Con esta transformación de lucha y de perspectiva decimos nosotras y nosotros; les llegó su momento y nos referimos a los de allá arriba, los del poder; a todas y todos aquellos que están acostumbrados a vivir con privilegios, con prestigio, con voz de mando, aquellos que se creen los dueños de la vida y de la verdad. Ellos bien acomodados, llenos de lujo, de poder y del dinero consideran una opresión el equilibrio y la igualdad social. Pues este tiempo será de incomodidad para el opresor, de insatisfacción del represor, de inquietud y de duda del poderoso ya que este siglo XXI el hombre blanco no será el único individuo en la madre de tierra quién tiene la palabra y la voz aceptada como verdad sino la tendremos también nosotros los tzotziles, los del color de la Tierra, los nativos de esta geografía porque este calendario viene a ser un escenario nuestro, para los pueblos originarios, para los tribus, naciones antiguas, de nosotras y nosotros que hicimos nacer la patria.

Entonces, por mucho más esfuerzo haga el gobierno y por más trabajo que empeñe el estado asesino-represor para imponer su mentira como verdad, como oficial, como única, como absoluta o como universal para deslindar su responsabilidad y participación activa en, durante y después de la masacre de Acteal no le será útil ni efectivo, pues no destruirá nuestra voz, no disipará nuestra memoria ni nos destruirá a nosotros porque no desplazará nuestra palabra verdadera que llevamos en nuestro corazón Tzotzil que hoy ha ganado lugar y espacio en el corazón de las mujeres y hombres libres en los distintos calendarios y geografías.

Sin embargo, consideramos fundamental señalar el nombre y los apellidos de los autores intelectuales que permitieron la masacre para que la humanidad los recuerde, los reconozca y tenga presente que los asesinos de la humanidad están absueltos, impunes, gozan de privilegio y las nombramos aquí:

· Ernesto Zedillo Ponce de Leon ( ex presidente de México)

· Emilio Chauyffet Chemor Aguirre (ex secretario de Gobernación)

· Gral. Enrique Cervantes Aguirre (ex Secretario de la Defensa Nacional)

· Julio Cesar Ruiz Ferro (ex gobernador de Chiapas)

· Homero Tovilla Cristiani (ex secretario de Gobierno de Chiapas)

· Uriel Jarquin Gálvez (ex subsecretario de gobierno de Chiapas)

· Jorge Enrique Hernández Aguilar (ex secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad)

· David Gómez Hernández (ex subprocurador de Justicia Indígena)

· Antonio Pérez Hernández (ex secretario de SEAPI)

· Gral. Mario Renán Castillo (comandante de la 7ª. Región Militar, artífice de la guerra encubierta contra los Zapatistas)

Por otra parte, en este nuevo entendimiento aprendimos a mirarnos adentro, a escuchar nuestro corazón, a cuestionar nuestras acciones para actuar con nueva perspectiva y en este acto reconocimos nuestros errores y aciertos, que como pueblo y como organización aún nos falta mucho por hacer. Concluimos entonces que la Justicia no vendrá aunque la ciencia así lo predijera, que no se construirá Paz aunque el Vaticano así lo dijera, que no habrá garantía de no repetición de tragedias aunque haya dictaminado un tribunal internacional de Derechos Humanos porque los gobiernos de los países neoliberales nos les interesa la Paz tampoco la Justicia sino la guerra. Por ello, como pacifistas, defensoras y defensores de la Vida y de los Derechos Humanos decidimos darle nueva oportunidad a México, una nueva y otra vida al diálogo comunitario como un medio de entendimiento y comprensión en la que se sienta bases para una justicia real y como otra forma de construir paz y armonía en nuestros pueblos; en eso basa actualmente nuestras acciones porque vemos como instrumento fundamental para generar condiciones y garantía de no repetición de hechos desde la visión de nuestras comunidades y en nuestros pueblos organizados.

Lo anterior exigimos:

· Legislación y cumplimiento de los acuerdos de San Andres Sacamch’en de los Pobres.

· Desmilitarización del estado de Chiapas.

· Libertad a los presos políticos de México y del mundo.

· Presentación con Vida a los Detenidos Desaparecido de Ayotzinapa, Guerrero.

· Justicia por la Masacre de Acteal y otros crímenes cometidos por el estado Mexicano.

· Respeto y reconocimiento a la construcción de la Autonomía y la Libre Determinación.

· Pedimos Paz, cese a la violencia y un alto al bombardeo en contra de nuestros hermanos sirios.


Por la Vida y por la Humanidad.
SOBREVIVIENTES DE LA MASACRE y CONSEJO PACIFISTA SEMBRADORES DE PAZ
Voz de la Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”.



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Daniel Pukuj Jiménez 
Representante de sobrevivientes
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Nicolás Luna Ruíz 
Representante de sobrevivientes



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Francisco Gómez Pérez 
Consejo Pacifista

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Vicente Luna Ruíz 
Consejo Pacifista

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Francisco Pérez Gómez 
Consejo Pacifista



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Mariano Luna Ruiz 
Consejo Pacifista



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Antonio Gómez Pérez 
Consejo Pacifista



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Alonso Santis Pérez 
Consejo Pacifista


















jueves, 10 de diciembre de 2015

Visión de lucha desde el Consejo Pacifista Sembradores de Paz, a 23 años de "Las Abejas"


En el marco del 23 aniversario de la fundación de "Las Abejas", los sobrevivientes de la masacre de Acteal y comunidades que han sufrido desplazamiento forzado en 1997; celebramos la Memoria y la Esperanza compartiendo en un vídeo el trabajo colectivo que hemos construido en nuestro largo andar y la visión de lucha desde el Consejo Pacifista Sembradores de Paz.